SAN
MARTIÑO DE LALÍN DE ARRIBA
HISTORIA
El monasterio de San
Martiño de Lalín fue fundado por el obispo de Mondoñedo Arias
Peláez, probablemente para proporcionarse un lugar de retiro
temporal o definitivo una vez abandonada la sede episcopal, igual que
hiciera San Rosendo, primo de su padre y también obispo de
Mondoñedo, con el monasterio de Celanova. No se conoce la fecha de
su fundación, pero, teniendo en cuenta que Arias Peláez ocupó la
sede de Mondoñedo desde 973 a 985 aproximadamente, y que aún vivía
en el año 1007, podemos establecer unos márgenes extremos entre 973
y 1007, de modo que se puede afirmar que fue fundado en el último
cuarto del siglo X.
El primer documento que
menciona este monasterio data del 4 de mayo de 1019. En el Adosinda
Gudestéiz , sobrina de Arias Peláez, y como el emparentada con los
reyes de León y descendiente de los condes de Deza y de los de Lugo,
dona al monasterio de San Salvador, Santa María y San Martiño de
Lalín objetos de uso litúrgico y doméstico, libros, ganado,
posesiones territoriales y siervos. Esta señora afirma que está
viuda desde hace unos cincuenta y dos años y que reside en el
monasterio. Del texto del documento se deducen varias informaciones
importantes:
1ª. Se trata
de un monasterio dúplice, es decir, habitado por hombres y mujeres.
Esto constituye un hecho relativamente frecuente en la alta Edad
Media, pero la singularidad de Lalín es que al frente de el no sólo
se encuentra un abad, que era lo más común, si no también una
abadesa.
2ª. Es un
monasterio benedictino (uno de los primeros de Galicia, por lo tanto
esto se debe probablemente a la influencia de San Rosendo).
3ª. En
algunos casos, el monasterio es citado en el documento como de San
Salvador, Santa María y San Martiño, y en otras sólo como de San
Martiño de modo que las dos primeras advocaciones podrían simples
formulas para poner la institución bajo la protección de Dios y de
su madre. Además, se menciona la existencia de una reliquia de San
Martiño guardada en la iglesia de Lalín, algo que le daría
categoría en la época (incluso por la capacidad de atraer fieles, y
por lo tanto, ingresos económicos), sobre todo teniendo en cuenta
que San Martiño de Tours es objeto de mucha veneración en aquel
momento.
4ª. Tenía
una iglesia prerrománica, quizás de tres naves (una por cada
advocación), que Adosinda cualifica de “notable por su marabillosa
fábrica”.
5ª. La villa
de Lalín nació con posterioridad a la fundación del monasterio
para dar servicio a este.
Hipólito de Sa afirma que
el monasterio aun existía en 1239 porque en ese año hizo una
permuta con el de Acibeiro por la cual Acibeiro cedería a Lalín
heredades en San Miguel de Goiás a cambio de otras en San Paio de
Refoxos, pero este dato no está todavía contrastado.
Se ignora en que momento
desapareció el monasterio, pero con toda seguridad no superó la
Edad Media, y es posible que ya no existiera cuando se construyó la
iglesia actual.
Esta se remonta a finales
del siglo XII, y funcionó como parroquia hasta que , a finales del
siglo XIX fue sustituida por la actual de Nuestra Señora de los
Dolores.
A partir de mediados del
siglo XVIII, se detectan en los libros de fábrica síntomas de
progresiva pérdida de importancia de la parroquia de San Martiño de
Lalín de Arriba: por una parte, aparece como anexa a la de
Donramiro, que, por lo tanto, pasa a ser su principal; por otra
parte, desde 1759se denuncia el deficiente estado de conservación en
el que se encuentra la iglesia y se reitera una y otra vez el mandato
de arreglarla, advirtiendo que si no se hace, será suspendida.
Incluso su exterior parece estar deteriorado: se manda no hace
estercolero junto a las paredes de la iglesia y mantener libre y
limpia la calle que la separa de las casa
En 1849, una gran parte de
los vecinos solicitan al obispo de Lugo que le mande al párroco
trasladar el sagrario desde Donramiro a la iglesia de Lalín, por
ser de gran concurrencia debido a su cercanía a la feria al juzgado
y a la calle. El párroco alega que San Martiño está mal situado
para las procesiones, que Donrramiro se encuentra a la misma
distancia de la Torre de Lalín, y sobre todo, que San Martiño no
cuenta con fondos suficientes para sostener el alumbrado del
sagrario, que es preceptivo;pero, sabiendo que el obispo aconseja el
buen entendimiento con los feligreses, acepta trasladarlo si los
vecinos se comprometen a costear la cera y el aceite para el
alumbrado. La avenencia se produce y el sagrario llega a Lalín el 27
de enero de 1850. Pero el obispo añade una última condición: los
vecinos deberán manifestar ante notario este compromiso por si y por
sus descendientes; esto se produce el 10 de marzo ante el notario
Domingo Antonio Gutiérrez, vecino de Lalín.
El 1 de mayo de 1869 se
compra un terreno para ensanche del atrio parroquial, que se
corresponde con el que actualmente ocupa el cementerio.
En el segundo libro de
fábrica, la parroquia ya recibe el nombre de Santa María de los
Dolores en 1893, aun que en 1905 el nuevo templo todavía estaba en
obras.
Por escritura del 15 de
octubre de 1905, otorgada delante del notario Domingo Enrique Aller,
varios vecinos de Lalín, junto con el obispo de Lugo, adquieren en
una proporción de tres y dos quintos respectivamente, los materiales
que componen la edificación de la vieja iglesia para evitar su
derribo, ya que estes fueran adjudicados al constructor de la nueva
parroquia para su reutilización.